Tuesday, December 30, 2008

MI INTERPRETACION DE LOS HECHOS

Dos visiones de país nos polarizan. Una revisión profunda es urgente.Los partidos políticos no oficialistas montaron una estrategia fundamentalmente basada en la masificación de mensajes publicitarios tales como: “el candidato de la unidad”, “Anzoátegui nos une”, “Somos Futuro Seguro”, entre otros. Sin embargo, el gran elector, ese que vive en las zonas populares, inclinó la balanza. Por un lado, hacia algo más profundo: el sentido de identificación con el liderazgo que, guste o no, les viene acompañando desde hace 10 años, el del Presidente de la República. La disciplina del partido oficial, PSUV, su organización pero sobre todo, en mi entender, la lealtad de la militancia a su máximo líder, permitían que se reeligiera un gobernador que si bien ha construido numerosas obras de infraestructura, ha fallado en generación de empleos, servicios de salud, educación y sobre todo, en la seguridad ciudadana, con cifras superiores a seiscientas víctimas anuales en manos del hampa.
Por otro lado, sin posibilidad cierta de cuantificarlo, muchos electores de barriadas populares aceptaron votar por el candidato oficialista a cambio de dinero, donaciones, reparaciones de vivienda, pago de medicamentos e intervenciones quirúrgicas, entrega de artefactos de línea blanca, entre otras cosas. Es que la necesidad, la miseria, es inmensurable y cualquier oportunidad es buena para mejorar las condiciones de vida. No soy quién para juzgar si es correcto o no tal decisión. A fin de cuentas, solo es estas ocasiones muchas personas pueden hacerse de algún bien o recurso que les hace más llevadera la vida.
Foto tomada de El Universal Digital.¿Habrán entendido los dirigentes políticos que los mensajes de “unidad” no son suficientes, que es necesario un real trabajo de aproximación al entendimiento de las motivaciones, de las verdaderas necesidades y expectativas del gran electorado? ¿Podrá aceptarse alguna vez que existe un Presidente que más allá de la evaluación de su desempeño como Jefe de Estado, ha calado profundamente en el gran elector, al punto que aún luego de 10 años cuenta con una aceptación superior al 55% en todo el país? ¿Será posible por un momento, dejar de buscar culpables en terceras personas, incluido el árbitro electoral?
¿Cómo pretender que un ciudadano cambie su inclinación a votar por otra persona distinta al que indica su líder cuando solo escucha clichés de “unidad” por ejemplo y nada de ofertas concretas asociadas a sus expectativas o necesidades?
Sin lugar a dudas, basados en los resultados oficiales del CNE, la candidatura de Benjamín Rausseo, no representó ni siquiera el 4% del electorado. Más allá de las matemáticas, es sorprendente que si bien este candidato no figuró, tampoco ganó quien apostó unos 30 millones de bolívares fuertes y todo un aparataje mediático. No lograron convencer al electorado. Sencillamente, algo más profundo está ocurriendo en Venezuela.
¿Estamos preparados para un análisis, para un debate sobre el modelo de país que aspira el colectivo? Cuáles serán las próximas estrategias de partidos políticos como PJ, AD, COPEI, UNT. Porque los resultados en Anzoátegui, digan lo que digan, fueron un estruendoso fracaso para todos esos “trabucos” políticos.
Como dato curioso, en la ciudad de Lechería, los operadores de AD promovieron descaradamente que se votara a favor de Tarek, sí, el candidato oficialista, para Gobernador y no por su “abanderado”, Gustavo. No me consta que tal motivación se hiciera en todo el estado, aunque hay varias fuentes que así lo afirman. El diario El Tiempo recoge en su edición del 14 de noviembre declaraciones atribuidas al director nacional de AD y adjunto del CEN del mismo, Iván Marcano, cuando en Anaco dio libertad de votar para escoger candidato a gobernador.
Estaba en desarrollo una estrategia partidista: eliminar toda posibilidad de triunfo de Gustavo para así tener el terreno libre y en las futuras elecciones, lanzar un candidato de su propia tolda.

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