Tuesday, December 30, 2008

LECCIONES APRENDIDAS

En primer lugar, las lecciones aprendidas quizás no reflejen sino un momento específico vivido por quien comparte estas experiencias. Sin embargo, estoy seguro que al menos conceptualmente son susceptibles de ser revisadas en su validez a nivel de otras regiones o situaciones similares.

1. Hay que participar: si queremos que la administración pública realmente esté orientada hacia el ciudadano, todos debemos ser más proactivos. Debemos participar al menos en debates de ideas y proyectos, dejando a un lado descalificaciones o apuntes hacia las personas que los presentan. Solo de esta forma, estaremos ganando verdadera madurez ciudadana y seremos capaces de visualizar la sociedad que la mayoría, con el respeto de las minorías, aspira construir.
2. Quienes se dedican a la política, han de tomar con toda seriedad y responsabilidad la opinión del gran público. Es inviable aislarse en pequeños comités, que por argumentos de control de medios o financieros, o quizás por largos años en la vida política, se considere que se conoce la real expectativa del ciudadano. Los políticos deben realizar planteamientos, quizás, lineamientos estratégicos, iniciar el “debate” el cual deberá ser enriquecido por el colectivo. Los conceptos impuestos, por más que pudieran ser reales y correctos, no necesariamente están en la prioridad del electorado, o quizás no son percibidos como realmente importantes. Ejemplo de ello: mientras se debatía en Venezuela por parte de un amplio grupo de organizaciones políticas acerca de la unidad, en el barrio la gente espera por soluciones concretas y específicas. Los meta mensajes no es lo que la gente en general espera. Esto pudiera explicar en cierta medida, los resultados a nivel nacional así como el trabajo social, de contacto directo que durante varios años antes de las pasadas elecciones realizó Carlos Ocariz, resultando electo Alcalde del Municipio Sucre del estado Miranda, un municipio con más de un millón de habitantes, en su mayoría clase económica C y D.
3. Un elemento de significativa importancia es reconocer que un importante universo de ciudadanos aspira “pruebas” de que cambiar lo que tienen se traducirá en mayores beneficios. Durante diez años se ha tejido toda suerte de “dudas” sobre resultados de los comicios electorales. Sin embargo, cuando usted visita las zonas marginales, descubre que el afecto hacia el presidente se mantiene, a pesar de todo lo que pueda decirse, en niveles superiores al 55%. Entonces, cualquier opción alterna deberá conocer estos motivadores de conducta, para incorporarlos en el discurso y la propuesta electoral.
4. Pretender por la vía del discurso que la condición de “chavista” es sinónimo de “malo”, “corrupto”, “subdesarrollado”, es por decir lo menos, una falta de respeto para millones de personas que su único pecado es pensar distinto a quienes usan tales asociaciones de adjetivos. ¿Quién puede negar que todos debemos trabajar por una sociedad más justa o que muchas veces el obrero es víctima de violaciones a sus más básicos derechos por el mero hecho de su desconocimiento sobre la ley?
Dicho sea de paso, este discurso refleja un fuerte grado de exclusión, de descalificación y polarización, siendo antagónico con lo que una inmensa mayoría de ciudadanos aspira: paz y progreso.
5. Se requiere introducir prácticas gerenciales en los asuntos de la política. Resulta inconcebible, por ejemplo, cómo se desestima la importancia de aspectos fundamentales como la elaboración escrita de minutas con acuerdos que se suscriban, su seguimiento; el respeto a lo acordado, la discusión sobre la base de criterios técnicos, políticos, sociales, económicos, estratégicos, pero nunca personales sobre los mensajeros sean éstos individuos o instituciones.
Decisiones individualistas precipitan reacciones en cadena que difícilmente pueden ser contenidas una vez que salen a la opinión pública.
6. Las negociaciones políticas para llegar a acuerdos deben fundamentarse más en principios que en beneficios derivados de los mismos. Resulta increíble que en ninguna mesa se convenga, por ejemplo, en la aplicación de determinado plan de gobierno de candidato al que se le invitara a respaldar una opción distinta a la suya. Sin embargo, lo común es solicitar o recibir propuestas de dinero, cargos en la futura administración en caso de ganar la elección, contratos a futuro, entre otras “reparticiones de la cosa pública”. Hay quienes afirman, quizás con la razón de tantos siglos de historia, que esa es la política.
7. Los medios de comunicación deben revisar el rol que han de desempeñar en ambientes eleccionarios. En no pocas ocasiones, las inclinaciones personales de directores, jefes de redacción, comentaristas, locutores, moderadores, e incluso propietarios, conducen a contar con medios de comunicación que en la práctica se transforman en una parcialidad política, cercenando el derecho del ciudadano a recibir información balanceada, también, del campo político. En la medida que un medio de comunicación, empresa al fin, asume un rol partidista, podrían estar iniciando el camino de la empresa petrolera venezolana, la cual, hoy por hoy, se declara abiertamente “roja, rojita”, a lo cual la “oposición” pega un grito al cielo y declara que es patrimonio de todos por igual. Muy bien, ese es un espejo en el que debemos ver imágenes quizás poco agradables pero muy aleccionadoras.
8. El mito de la Unidad se cae cuando se analizan fríamente los resultados a nivel nacional. El contrincante hace uso de cualquier cantidad de recursos (logísticos, financieros, comunicacionales) y llega a doblegar la posible primera intención del elector humilde de optar por candidaturas distintas al oficialismo. Por ello, más que unidad, se requerirá convencer al gran electorado, con lenguaje y práctica coherentes de que la opción que le presenten será mejor a la actual o a la ofrecida por el oficialismo. Quizás, solo quizás, la Reforma Constitucional no fue aprobada en el referéndum del 2 de diciembre de 2007 porque los chavistas no salieron a votar, pero ahora la maquinaria se aceitó. Quienes adversan el planteamiento oficialista, deberán hacer algo más que publicidad, deberán contactarse con el gran electorado.

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